Comprobamos como progresa Not For Broadcast en su fase early access, que ya cuenta con 3 niveles de gestión televisiva
Llevamos años viendo la televisión. A mis 31 años he visto miles de programas distintos en multitud de canales diferentes, tanto en España, como en Reino Unido u otros países cuando he ido de viaje. Lo primero que hago cuando llego a un nuevo país y entro a un hotel, es curiosear sobre la programación de la televisión local. Éste medio de comunicación nos ha alienado durante décadas, hasta convertirse en una de las mayores herramientas de control social según todos los conspiranoicos.
Detrás de cada programa de televisión, y especialmente de los telediarios, se encuentra todo un equipo de realización, que son los que convierten un aburrido noticiario en un periodo de entretenimiento y propaganda social excelente. Esta es la situación en la que nos coloca Not For Broadcast. Un videojuego atípico de NotGames, basado en la toma de decisiones y que mezcla el mundo virtual con las imágenes reales de un talentoso elenco de actores británicos.

Simulador de estrés laboral
En Not for Broadcast tu trabajo es manejar los mandos de una, inicialmente compleja máquina de postproducción, para dirigir en tiempo real el telediario. Las imágenes que tendrás que manejar tienen un gran peso político, pero siempre con un gran toque sarcástico y humorístico. Además de política tendrás que dirigir que es lo que ve, o no ve la audiencia del país sobre un evento deportivo, una entrevista a alguien famoso, etc.
Enseguida te darás cuenta de que todas tus decisiones sobre la producción del telediario, incluyendo la publicidad que coloques entre los cortes, tendrá un impacto importante sobre lo que suceda en el exterior. ¿Puede alguien como tú influir directamente sobre los resultados electorales del país?

Dirigir un programa de televisión no va a ser nada fácil. Como simulador, Not For Broadcast está muy bien trabajado. La curva de dificultad en el dominio de los mandos de toda la maquinaria de realización que tienes delante es excelente. A través del manos libres de un teléfono fijo, el anterior técnico te irá dirigiendo en tu aprendizaje, al mismo tiempo que la complejidad de las decisiones y elementos de montaje que deberás realizar en tiempo real se amplía según pasan los días desde que empiezas en tu aventura.
El entrenamiento perfecto para la multitarea
Tenemos varias funciones a realizar durante la programación del telediario. Primero empezaremos escogiendo la publicidad que vamos a insertar en cada uno de los tres cortes predefinidos para cada emisión, estos se lanzarán entre las entrevistas y los vídeos del noticiario. Después de eso, y una vez empieza la imagen en directo, tu principal función será la de manejar la cámara que está viendo el telespectador desde su casa, de ello dependerá que se mantenga o no el interés de la audiencia y, por tanto, tu trabajo.

Al poco de empezar tendremos que añadir dos funciones principales más, que habrá que realizar en tiempo real sobre la marcha, complicando nuestro trabajo y requiriendo una gran habilidad de concentración. La primera es el control de las interferencias, que funciona como una bolita que tenemos que pasar a través de unos muros moviéndola con el ratón o con la rueda de scroll.
Por otro lado, en los años 80 las blasfemias y palabrotas no estaban muy bien vistas en la televisión pública (Parece que en este mundo distópico no existe Sálvame Deluxe), así que tienes a tu disposición un botón de censura que tendrás que pulsar con dos segundos de retraso con respecto a la imagen en tiempo real.

Todo esto hace de Not For Broadcast un juego muy entretenido que te mantiene en tensión la mayor parte del tiempo, con el único inconveniente de que, debido a la complejidad de tu multitarea, no te enterarás ni de la mitad de lo que pasa en los vídeos, ya que toda tu atención se la llevarán los mandos de las diferentes funciones que tienes sobre la mesa.
Claramente los desarrolladores han pensado que esto ocurriría, por lo que después de cada capítulo puedes acceder a un archivo de copiones donde poder ver, no solo el programa que has editado en su producción final, sino todos los cortes de cámara con el audio disponible, de lo que no ha se ha puesto a la vista de los telespectadores.
Además de saciar tus ansias de curiosidad de lo que pasa detrás de las cámaras, esta opción te permite indagar más sobre la profundidad política y social de lo que está ocurriendo entre todos los personajes del plató de noticias. Sin embargo, después de atacar mi interés en los primeros capítulos, he notado como con el tiempo de juego, estos vídeos no me aportaban suficiente como para perder más tiempo revisando cada uno de los momentos del plató perdidos.

Cada emisión en directo funciona como un capítulo de Not for Broadcast, y a sí mismo esta emisión está dividida en bloques. Al final de cada bloque el título te da la opción de repetir si no estás contento con cómo ha quedado el producto final para el telespectador. Esto es importante, ya que en función de la nota final que saques en la emisión recibirás más o menos fondos para mejorar las instalaciones de tu sala de trabajo.

A priori por la descripción de estas mejoras, harán más fácil tu trabajo, ya que automatizan funciones como por ejemplo la autocensura o evitan que aparezcan interferencias. Pero digo a priori porque no he podido probar ninguna de ellas, y es que su precio es tan elevado que no he podido comprar ninguna durante toda la partida. Es posible que si sacas todo “A” en las calificaciones de emisión puedas llegar a conseguir alguna mejora, pero en el momento en el que probamos Not for Broadcast, que es en su fase de “early access”, los precios desorbitados te impiden probar estas nuevas opciones.
Cada capítulo de o emisión de Not for Broadcast tiene una duración aproximada de 20 minutos, de hecho, al empezar el telediario aparecerá, al lado de la barra superior que marca tu audiencia, una cuenta atrás para que sepas cuanto dura la emisión y cada bloque. No es un juego extremadamente difícil si eres conformista con los resultados de tus emisiones, pero si planteas sacar todo notas perfectas al final de tu trabajo, vas a sudar sangre para conseguirlo. De todas formas, no creo que el propio juego te llame a ser completista con logros y notas, al menos yo, no he notado ningún aliciente para ello.

El estrés laboral te perseguirá hasta casa
Una de las cosas que más me ha sorprendido de Not For Broadcast es la importancia que le dan al propio personaje que representas. Al final de cada día de trabajo se produce un momento de narrativa donde tienes opción a seleccionar varias opciones sobre lo que te está ocurriendo en casa con tu familia, amigos y decisiones laborales. Esto hace que los días que pasan entre cada día de trabajo (y de simulación en el estudio), tengan un sentido más allá de lo que haces detrás de las cámaras.

Las decisiones que tomes en estos momentos pueden tener una gran relevancia en tu persona, desde cómo te comportas frente a tus jefes a la relación que llevas con tu mujer y tu hijo. Todo ello afectará solamente a esta narrativa secundaria, en ningún caso he obtenido una consecuencia directa sobre el núcleo del juego, es decir, el momento de las emisiones. Si que ocurre a la inversa, decisiones que tomes durante las emisiones tendrán consecuencias en la narrativa secundaria sobre tu vida fuera del trabajo.
Este compendio de caminos que puedes ir escogiendo a lo largo de tu carrera como director de realización, es el aliciente que tiene Not for Broadcast para considerarse un título rejugable. Aún así, sinceramente he de decir que haciendo este análisis he disfrutado mucho más de la primera partida que de mi segunda vuelta, en ese sentido no me atrevo a decir que es un juego completamente rejugable.
Not For Broadcast no es un juego para todo el mundo. Para disfrutar bien del título debes ser fan de clásicos distópicos como 1984 y, muy importante, gustarte el sentido del humor británico. Ya que la mayor parte del juego se centra en los vídeos, si no te gustan este tipo de géneros anteriormente mencionados, no creo que te pueda gustar Not For Broadcast.
Ahora bien, si estamos en el caso contrario, y te atrae la temática y el tono utilizado, todo lo demás, las decisiones, la simulación de la máquina de realización, etc. genera el entorno perfecto para ser un juego de calidad y completamente distinto a algo que hayas jugado antes.