Eldest Souls es un Juego indie creado por Fallen Flag Studio. Este es su primer videojuego y está siendo creado por seis personas afincados en UK, pero sus fundadores son italianos. Distribuido por United Label y CI Games sin fecha de lanzamiento prevista.
La historia nos narra cómo la humanidad prosperó y se construyeron grandes reinos, sepultando y olvidando los antiguos santuarios donde se adoraba a los dioses del mundo y se les encerró en la ciudadela años atrás. Estos dioses, en represalia, desataron una gran desolación destruyendo cosechas y reinos. Los reinos enviaron una gran cruzada para acabar con ellos, pero acabaron todos muertos. Un caballero solitario llega a la ciudadela dónde están estos dioses para terminar con todos y aquí es donde nos ponemos a los mandos de nuestro héroe.
La jugabilidad es fácilmente definible como un souls like, siendo también un boss rush con pequeños toques de exploración, más bien pasillos, en los que no podemos perdernos. En estas zonas nos encontraremos con NPCs que nos introducirán un poco más en la historia y algunos coleccionables. Desde un inicio contamos con una espada con los que podemos hacer un ataque rápido muy débil y un ataque cargado. El ataque cargado hace más de daño que el débil y nos da la posibilidad de dar un golpe mucho más potente, que además nos permite recuperar vida, por lo que se hace imprescindible para poder salir vencedor de los combates. En cuanto a la defensa, tendremos un dash que nos permite esquivar, no tenemos otra forma de no recibir daño. Disponemos de tres esquivas marcadas en el Hub como tres barritas verdes, si hacemos la esquiva en el momento preciso la barra se rellenará rápidamente.
La dificultad está pensada para ser desafiante, pués nuestros oponentes son bastante más poderosos que nosotros
La progresión de nuestro héroe se realiza mediante tres árboles de habilidades, defensa, a distancia y ataque, con muchas mejoras en cada rama, y estas mejoras las obtendremos con los puntos que recibimos al matar a los enemigos. En esta demo solo he podido probar la primera habilidad de cada rama, ya que no me ha llevado más de 20 minutos terminarla.
La dificultad está pensada para ser desafiante, pués nuestros oponentes son bastante más poderosos que nosotros y las habitaciones o escenarios donde luchamos contra ellos son algo reducidos, obligándonos a tener que estar en constante movimiento y aprender las pautas de ataque para poder atacar con garantía y no salir mal parado. El movimiento de nuestro personaje es un poco lento, lo cual nos fuerza a usar el dash más de una vez para moverte por la pantalla y así evitar el acoso del enemigo, sin la intención de esquivar, sino para no quedarte atrapado en el escenario.
El hitbox de nuestro personaje parece fallar alguna vez que otra recibiendo daño aún estando separado del ataque normalmente pasa al estar en la parte superior de la pantalla, por lo que parece que el alcance de los ataques enemigos tenga más alcance que en la parte inferior. La reaparición es muy rápida, por lo que los reintentos no se hacen muy pesados, porque su dificultad es alta y moriremos mucho. Se puede jugar con teclado y ratón o con mando, pero es recomendable jugar con mando, con el puntero del ratón apuntas en la dirección de ataque cargado pudiendo liarnos en algunas ocasiones.
En cuanto al apartado artístico, el juego muestra un estilo pixel-art con una paleta de colores oscuros que le da un toque muy interesante, pero recuerda mucho a otros juegos de este mismo género. La ambientación es medieval, de espada y escudo típica de muchos juegos de estas características. El diseño de nuestro personaje es un caballero, en mi opinión genérico, con una gran espada, y el diseño de los dos enemigos a los que nos podemos enfrentar están trabajados y con unas animaciones fluidas. La vista isométrica del juego no se centra en nuestro personaje, sino que se centra en la acción pudiendo llegar a perder de vista en algunas esquinas a nuestro personaje, pero dando una buena panorámica del escenario para estar metidos en la acción.
La música está acorde con la estética del juego, es simple pero efectiva, estando a un nivel de decibelios más bajo que los efectos sonoros y quedando como un mero acompañamiento sin mucha más trascendencia, incluso pudiendo ser un poco repetitiva. Los efectos de sonido acompañan muy bien a la acción y ayudan a la inmersión en la lucha.
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