Esta demo de In Sound Mind es una carta de presentación tanto del juego que nos concierne como de la capacidad que tiene el equipo de We Create Stuff. Y he de decir que es un trabajo bueno en lo artístico y jugable, pero malo en lo técnico. Voy a tratar de ir por partes y comentar de primeras qué es lo más destacable de In Sound Mind.
In Sound Mind comienza de una forma un tanto peculiar: tu personaje, del cual aún no sabes nada, se encuentra en una sala de máquinas de la que tiene que salir; un pretexto para enseñarte las mecánicas básicas (saltar, agacharte, usar la linterna…) y el sistema de puzles que te acompañará a lo largo de la aventura.

A medida que avanzas sabes algo más. Eres Desmond Wales, un psiquiatra que ha vivido momentos mejores y ahora carga en su conciencia algunos errores de su pasado mientras una extraña voz le atosiga. Poco a poco, a través de diferentes cintas de audio, iremos descubriendo el pasado de Desmond; las diferentes personas que trató como psiquiatra y cómo estos errores le han ido consumiendo lentamente; pero en esta demo solo veremos la historia de Virginia. Un primer episodio que sirve, como he dicho antes, de presentacion.

In Sound Mind es un título con mucha intriga
Este primer episodio es un juego de terror convencional. Funciona, no lo voy a negar, pero cae en un saco de juegos homogéneos que casi lo hace indistinguible de cualquier otro que saques de ahí.
El episodio de Virginia ocurre en un hipermercado. Tendremos que ir resolviendo puzles -un tanto artificiales-, mientras huimos de un ente maligno que nos quiere matar. Como leéis, nada nuevo. Pero si por algo os tenéis que quedar con In Sound Mind es por lo bien que maneja la tensión y la historia que nos plantea.

Realmente todo el apartado artístico -musicalización, personajes, ambientación- está a disposición de haceros pasar un rato agobiante -lo que tiene que hacer un juego de terror-; y, a nivel de argumento, consigue que te enganches y quieras más. Terminas la demo y quieres saber más sobre Desmond y qué otros errores lo han llevado para estar así.
Aunque, como he comentado antes, los puzles se notan un tanto artificiales, metidos con calzador y algunos, generalmente los de objetivos secundarios, puedes perder la oportunidad de hacerlos si te olvidaste de conseguir un objeto o lo perdiste por el camino.

A nivel de progresión tampoco está muy bien planteado. Existen objetivos principales, que te llevan a completar la historia principal, y secundarios, que alargan un poco más el juego; pero existen ciertos objetivos secundarios que son esenciales a la hora de jugar y ofrecer la experiencia completa, como conseguir la pistola, que le da ese toque de acción al juego y hace que vayas más seguro, porque el sigilo da que hablar y no para bien.

Como he comentado antes, In Sound Mind hace gala de un apartado artístico brutal. No por ser el más puntero, ni mucho menos, pero todos sus recursos los usa para crear una experiencia realmente acongojante.
Sin embargo, en lo técnico tiene muchas carencias. Sin ser lo más potente del mercado, en situaciones más cargadas (cuando disparas a un enemigo o hay muchas partículas en pantalla) sufre de muchas bajadas de frames que lo hacen muy incómodo de jugar y más si es un juego de cierta precisión. Estos son problemas menores, al fin y al cabo no es una versión definitiva y tendrán tiempo de arreglarlo.

En resumidas cuentas, In Sound Mind tiene apartados muy destacables y que bien planteados pueden ofrecer una experiencia, tanto jugable como narrativa, bastante aceptable y agradable para el consumidor. Tiene fecha prevista para 2021 y estaré encantado de ver que me ofrecen los diferentes episodios.