Experimentos fallidos que provocan una sucesión de consecuencias inesperadas copan las novelas, películas, series y videojuegos de ciencia-ficción. Pero ¿qué ocurre cuando tales experimentos salen bien? Overloop juega, y nunca mejor dicho, con esta premisa.
Tras un experimento exitoso probando una suerte de pistola, el QRDM o Dispositivo de reproducción de materia cuántico (Quantum Reproduction Device of Matter en inglés) que clona absolutamente todo, el argumento hace una elipsis temporal de un año, dejándonos observar cómo ha cambiado todo durante ese lapso temporal. Douglas Infinity, presidente de una empresa denominada Infinity Inc. se ha convertido en una especie de Gran Hermano que vigila y controla todo. Gracias al éxito del proyecto, Infinity (empresa y empresario) ha construido un Estado totalitario, donde la democracia es algo del pasado y las fuerzas policiales reprimen cualquier atisbo de disidencia.
Cualquier cosa en esta distopía es susceptible de clonación: dinero, armas, animales, personas, etc. La demo disponible en Steam está únicamente en inglés. La ficha del juego final también indica que solo llegará en inglés, lo cual puede estar sujeto a modificaciones en el futuro. No hay que poseer un alto nivel de inglés, sino más bien básico para entender las pocas conversaciones e indicaciones del título.

Bajo esta premisa tan interesante, Charge Games, compuesto por una sola persona, George Kobyakov, como estudio desarrollador y Digerati como editor nos presentan una obra que mezcla géneros de un modo bastante acertado. Por una parte, encontramos un juego de plataformas en los que debemos resolver puzles para avanzar y/o conseguir nuevas cápsulas de clonación y coleccionables. Las cápsulas en cuestión sirven como munición para la pistola de clonación. Sin munición no podremos crear nuevos clones para superar los puzles, por lo que habrá que utilizarlas con cabeza, perdiendo solo a los clones necesarios.
Las trampas que debemos sortear en los distintos niveles son un complejo puzle en sí mismos, y prácticamente todas son mortales, presentándose en forma de rayos, láseres, pesadas plataformas, etc. Por supuesto, por otra parte, nos las veremos con policías y fuerzas de seguridad, los cuales no dudarán en dispararnos. Podremos devolverles el fuego, convirtiendo al juego en una especie de shooter, ya que nuestra pistola de clones también sirve como arma convencional.
Cuando el escenario lo permita, tendremos la capacidad de utilizar trampas para freír, machacar o descuartizar a nuestros contrincantes. Sumando a todo esto la capacidad que poseemos de inicio de realizar un doble salto, el poder auparnos a hombros de nuestros clones para alcanzar zonas inaccesibles (yo llegué a crear auténticas torres humanas) y el ser capaces de escoger qué clon queremos utilizar utilizando solo un botón, las combinaciones son tantas que tendremos que emplear bien la cabeza para aprovechar estas mecánicas de manera adecuada. Si fracasamos, podremos comenzar desde el último punto de control o reiniciar todo el nivel.
El principal punto negativo de Overloop reside precisamente en una de sus mecánicas: la imprecisión de los saltos y del tempo para ejecutar el doble salto, y es un punto que debería pulirse en actualizaciones futuras y de cara al lanzamiento final, pues llega a ser bastante tedioso intentar acertar algunos saltos.

Overloop presenta una estética pixel art muy básica que corre bajo el motor Unity, pero llena de personalidad y cierto encanto. Pese a todo, que nadie se lleve a engaños: el título es bastante sangriento y explícito en no pocas ocasiones, mostrando vísceras, sesos, huesos, etc. ¿Necesitamos apagar un láser que no posee interruptor? Prueba a lanzar un clon. Si se apaga, podrás continuar; si no, pues habrás desperdiciado un valioso cartucho.
El proceso no es gratuito en este ejemplo, pues veremos cómo el clon sacrificado es despedazado por un láser o freído por un rayo de partículas. No estamos ante una obra para todos los públicos, desde luego. En cuanto a lo artístico, el juego cumple sin grandes alardes a la hora de mostrar animaciones y gestos convincentes, las calles decadentes, la mendicidad, los laboratorios, las estancias industriales, etc. Su uso tan minimalista del píxel me ha recordado vagamente a Environmental Station Alpha.
El rendimiento es perfecto a causa de las nulas exigencias de su apartado gráfico. En esta ocasión, he probado el título en un HP 650 con un procesador Intel Celeron B620 del año 2012. No es necesario decir que este ordenador, ya gama baja (o profunda) en su día, lo ha movido sin problemas. A nadie ha de extrañar que la configuración gráfica, al menos en esta demo, sea inexistente.

Con respecto al sonido, los efectos están bien. Son funcionales, nada más. La banda sonora pasa muy, muy desapercibida, y el sintetizador que hace las veces de instrumento principal no ha logrado que guardase en la memoria ni una sola melodía. Es posible que la versión final contenga un aspecto sonoro con mayor empaque, no siendo así en la demo que he tenido ocasión de probar.

Tras haber probado la demostración de Overloop, puedo asegurar que tiene un gran potencial futuro. Está siendo desarrollado por una sola persona y ello siempre es elogiable, pero no es óbice para que yo mantenga una actitud crítica con respecto a la mecánica de los saltos, que necesita un refinamiento o incluso darle otro toque distinto. Si os gustan los juegos de puzles y plataformas más o menos parecidos a lo que ofrece la saga Portal u obras similares, creo que os parecerá muy divertido.
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