Impresiones de Last Room. Un juego de puzles y plataformas perteneciente al género de fantasía y horror

Impresiones de Last Room. Un juego de puzles y plataformas perteneciente al género de fantasía y horror

Quiero comenzar estas impresiones sobre Last Room con una pequeña reflexión. Quien tenga un poco de conocimiento de la historia de los videojuegos sabrá que, allá por el año 1983, la industria sufrió una crisis comercial que casi acaba con la misma. El factor más importante por el que se daría esta crisis fue la ingente cantidad de videojuegos de mala calidad que salían al mercado; esto provocó que el videojuego estuviera menospreciado durante un tiempo tanto por el público como por las empresas.

Gracias a los controles de calidad que impusieron e impulsaron empresas como Nintendo, estos juegos -generalmente productos que eran copias de otros y de dudosa calidad- no vieron la luz durante, prácticamente, décadas. A día de hoy, y con la distribución digital en alza, este tema ha dado de que hablar. Si bien la industria actual no es la misma que hace cuarenta años, sí existe un problema equiparable al que ocurría entonces, pero con resultados diferentes.

La proliferación de productos de baja calidad y el poco control que hay sobre ellos provoca que, ciertos estudios pequeños, que sí tienen un producto que ofrecer, sean puestos en segundo plano en pro de distribuidores que sacan juegos a bajo precio; de mala calidad y que son todos copias entre sí, sólo para sacar algo de dinero; y, aunque Valve -que es la empresa más conocida que sufre de este mal con su plataforma Steam – ya ha penalizado a varias distribuidoras por llevar a cabo estas prácticas, aún le queda mucho por recorrer, ya que en 2019 Steam sumó a su plataforma 8.290 juegos.

Quería comentar esta información ya que la veo totalmente relevante a la hora de que tú, querido lector, entiendas porque no voy a ser benévolo con el juego que nos atañe hoy.

El diseño del menú en Last Room es nefasto

Last Room es un videojuego de puzles desarrollado por RelluRealGames y editado por gigantumgames. Desde su página de Steam parecía un juego convincente: un juego de puzles difícil, según las etiquetas, con una temática oscura y que, sin ser la obra que revolucione este 2020, podría ofrecerme unas horas de comerme el coco y, quizás, mantenerme en tensión con esa estética tan opresiva que mostraba.

Iluso de mí. Ejecuté el juego y me alumbró a la cara una pantalla en blanco con el nombre del juego escrito con la fuente más genérica de Photoshop y acto seguido una pantalla selectora de niveles muy mal diseñada estéticamente. Su simple «no-diseño» provoca rechazo a las primeras de cambio, pero aún no he empezado la partida, quizás pueda salvarse el juego, ¿verdad?

Presentación de los niveles

El juego cuenta con quince niveles para completar en su primera versión. El nivel 1-1, el más importante en un videojuego, cumple su cometido. Te enseña tus objetivos -cómo son los pulsadores, cuál es la salida, qué objetos puedes usar para los pulsadores- y sus mecánicas básicas.

A partir del segundo nivel se va todo al garete. Cuanto más avanzas en el juego, van añadiendo más elementos que aumentan -de forma muy ligera- la dificultad; pero parece, o al menos me da la sensación, que el único nivel al que le pusieron un poco de esmero fue al primero, porque a partir del segundo, y en sucesivos también ocurre, muchos de los puzles puedes solucionarlos aprovechando ciertas fallas del juego y que son bastante recurrentes: la hitbox de los objetos no está muy conseguida y he pasado más tiempo del que quisiera reconocer solo para coger los cetros necesarios para completar el nivel.

Los cetros mencionados de Last Room

Tienes unos espejos que hacen de portales que puedes mover a tu antojo, pero puestos de forma estratégica puedes usarlos para traspasar paredes y saltarte el puzle (esto lo podéis ver en el gameplay); la mecánica de agarrar objetos tampoco está muy pulida ya que los objetos pueden desaparecer de repente y tendrás que reiniciar el nivel, aunque también puedes aprovecharla a tu favor porque te deja coger objetos a través de rejas de metal y colocar un cetro, por ejemplo, en una posición estratégica para completar el nivel sin necesidad de completar el puzle.

En adición a esto, el diseño de niveles tampoco ayuda. Hay algo claro en los juegos de puzles y plataformas: el jugador tiene que poder volver al punto inicial. Esto es una cuestión de puro diseño. La exploración en estos juegos es esencial; saber que te rodea y planificar el puzle y su resolución, pues en Last Room no te dan la oportunidad de volver sin reiniciar el nivel entero. Más de una vez, explorando el nivel para saber qué tenía que hacer, me he topado con un camino sin salida y sin retorno, obligándome a tener que reiniciar todo el nivel y todo el progreso de esa parte en concreto.

Los espejos-portales de Last Room

Quizás, aún guardes la esperanza, querido lector, ¿qué tal el argumento don Enrique, ha sido de su agrado? Sinceramente, ha sido el apartado más decepcionante. La narrativa brilla por su ausencia. Desde el primer momento, cuando vi el juego, pensé en que me ofrecería algún argumento de maldiciones o algo similar, es lo que interpreté al ver las imágenes que ofrecen en su página de Steam. Cuando llevaba tres niveles completados en mi haber y no vi ni una letra que no fuera del menú ya di por perdida esa ilusión de que este juego me aportara algo.

La estética de Last Room, en un primer momento, puede engañar

Ni en lo técnico se salva: caídas de frames constantes y los ya mencionados problemas de hitbox y fallas técnicas que permiten completar el juego sin darle un poco de uso al coco. Y es inexplicable esas caídas de frames. La música tampoco acompaña; canciones que son una suerte de electrónica en algunos casos e intentos de música clásica muy mal llevados en otros y que ambos no pegan nada con la estética que muestra el juego.

A Last Room se le notan mucho las costuras. No es un producto recomendable en ningún caso a día de hoy; incluso en su estado Early Access está muy mal planteado desde su inicio hasta su final, y veo muy difícil que se pueda mejorar a la larga.