System Shock Remastered, los shooters de los 90 no pasan de moda
La década de los noventa supuso un punto de inflexión en lo que a shooters en primera persona se refiere. De hecho, recientemente hemos visto como alguno de estos títulos ha llegado de manera sensacional a la actual generación, teniendo muy buena acogida por parte del público.
Quizás sea el momento ideal para que, tras varios intentos y más de veinte años después, los amantes de System Shock verán como el título vuelve a la vida en System Shock Remastered con un aspecto totalmente renovado gracias a Nightdive Studios, desarrolladora encargada de rescatar el proyecto.
Primero vamos a ponernos en situación. El título original es del año 1994 y puede que no todo el que lo jugase por aquel entonces lo recuerde con el mismo cariño. El juego presentaba algunas ideas bastante buenas, pero sus controles y exploración dejaban mucho que desear.
Aun así, esto no impidió que tenga una gran cantidad de seguidores. También hay que tener en cuenta que no es la primera vez que se tiene noticias de una versión moderna de System Shock. Ya por el año 2016 había una demo bastante similar. Aunque es ahora cuando el proyecto parece tener más fuerza.
En esencia vamos a revivir el pasado con un shooter clásico
La historia es la misma que la original. Encarnamos a un Hacker que despierta tras seis meses de coma inducido para percatarnos de que algo no va bien. Esto no se nos oculta en ningún momento, ya que en los primeros instantes del juego obtenemos un módulo de comunicación por el que nos aconsejan que cojamos algo para defendernos porque hay una infección biológica. Y por si esto fuera poco el láser de minería de la estación espacial está apuntando a la Tierra.
Con este pretexto la misión es clara, recoger todo lo que podamos, ya sean armas, chips o módulos y otros objetos como calaveras para afrontar todos los peligros que nos acechan en la laberíntica Citadel. Yo personalmente me he desorientado varias veces pese a tener un mapa desde el comienzo de la demo.
La jugabilidad no destaca especialmente, pero esto no es negativo. Es un shooter que nos da una excusa para recorrer pasillos y eliminar cualquier objetivo que nos crucemos, desde robots que parecen aspiradoras industriales, hasta distintos tipos de humanoides modificados o infectados que intentarán abatirnos a base de golpes o disparos. Todos ellos controlados por una IA malévola.
Para ello iremos consiguiendo diferentes armas según avancemos. Cada una de ellas con características únicas. En concreto en esta demo, además de granadas, solo he encontrado tres armas de fuego. Una pistola básica, una pistola de energía eléctrica y una especie de subfusil que solo funciona contra maquinas.
Con diferencia, la mejor de todas ellas es la pistola de energía, a la que podemos modificarle la potencia de disparo pulsando la tecla correspondiente. Hay que tener en cuenta que si la aumentamos haremos un daño mayor, pero también consumiremos más cantidad de nuestra barra de energía, que aparece justo debajo de la de vida y que para recargarla tendremos que encontrar unas torres eléctricas que hay repartidas por toda la estación.
No todo es andar por pasillos y eliminar enemigos
En algunos momentos hay que resolver ciertos “puzles” para acceder a determinadas zonas del juego o poder avanzar. Aunque a mi parecer, en esta demo son muy sencillos. Tenemos uno muy típico que consiste en girar las piezas de un cuadro eléctrico para conectar dos puntos y otro en el que tenemos que enchufar correctamente los conectores para que la iluminación que llegue al extremo final sea del mismo color.
Hay varios elementos en este juego que son muy llamativos y que me han encantado. Por ejemplo, iremos recolectando una serie de chips que nos ayudarán a recuperar salud, estamina o que mejoran nuestra capacidad de combate al colocarlos en nuestro antebrazo. Y aunque esto sea solo una animación es algo curioso.
Pero el detalle que más me ha gustado es que nos vamos encontrando una serie de implantes que podremos añadir a nuestro personaje y activarlos o desactivarlos mediante un menú muy sencillo.
Un ambiente futurista que nos hará recordar el pasado
Todo en este System Shock Remastered tiene un aire retro, desde el HUD, al que podemos cambiarle el color, hasta la jugabilidad. De hecho, el gameplay al completo te transporta a los 90. Los movimientos de los enemigos, las armas y el apartado sonoro ayudan a crear esta atmósfera.
Pero lo que en mi caso ha hecho que recuerde con cariño mis primeros pasos en con otros shooters como el DOOM de la época, puede provocar que jugadores más jóvenes pasen de largo debido a que estas animaciones y mecánicas son características de las limitaciones de aquel entonces. System Shock Remastered se está desarrollando con Unreal Engine y pese a no buscar el realismo se ve bastante bien. Además tiene una estética futurista muy marcada que, acompañado de su música, ha conseguido atraparme.
Por mi parte he probado la demo en Steam y os puedo decir que la experiencia general ha sido muy gratificante, incluso con los problemas de rendimiento y estabilidad que provocaban caídas en la tasa de frames o que el juego se cerrase repentinamente sin ningún motivo. Cosa que es normal ya que es una Alpha.
Todo apunta que System Shock Remastered llegará a buen puerto, respetando su esencia original. Esto es gracias a que Nightdive Studios cuenta en su equipo con veteranos de la industria que han trabajado en sagas tan exitosas como Fallout: New vegas, Mass Effect o Bioshock.
El juego tiene previsto su lanzamiento durante este 2020, pero dado la situación actual, y que el juego sigue con su campaña en Kickstarter y Backerkit para su financiación, puede que se retrase. De momento toca esperar para viajar a la órbita de Saturno y poder recorrer la Citadel station recordando viejos tiempos.
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