Por momentos compañeros, por momentos enemigos. Algunos de los vehículos más tormentosos que hemos manejado en videojuegos.
Los odies o los ames, el género de la conducción ha sido un pilar fundamental en la historia de los videojuegos. Incluso en títulos fuera del género, ha sido normal encontrar secciones de conducción en juegos durante todo el proceso de evolución del medio.
Por desgracia, a veces no todo ha salido perfecto, y meter un vehículo donde no debía ha sido el motivo de creación de pesadillas y frustraciones en los jugadores. Hoy os vamos a mostrar algunos ejemplos de los más conocidos de los peores vehículos en la historia del videojuego.
Warthog – Saga Halo

El Warthog, o simplemente el Hog, es un vehículo de ataque rápido usado de forma primaria como vehículo táctico ligero. También es un vehículo totalmente abierto en un mundo donde el bando enemigo tiene armas de plasma capaces de hacer agujeros a través de nuestras entrañas más rápido de lo que una pistola de aire comprimido coloca los clavos en la pared de tu casa.
Es divertido imaginarse a los soldados mirando la torreta con el arma, totalmente elevada y proporcionando al enemigo un objetivo perfecto a donde apuntar sus armas pensando en cómo el arquitecto de este maravilloso vehículo de suicidio asistido no iba a ser el que estuviera en primera línea agachado disparando sin mirar, rezando porque el conductor no le dé por acelerar y enseñarle al enemigo la espalda totalmente abierta del vehículo.
Eso sin contar lo maravilloso que debe de ser apuntar al enemigo sin ningún tipo de protección a tu alrededor, sabiendo que es casi una certeza que el vehículo va a acabar volcando, y el soldado a cargo de la torreta pensando que probablemente debería de haberse metido al negocio de carpintería de la familia.
La máquina de guerra – Assassin’s Creed: Brotherhood

¿Recordáis Assassin’s Creed? Cualquier persona que lo haya jugado siempre piensa lo mismo. “A este juego le hacen falta tanques”. Vale, es un poco mentira, pero aparentemente alguien lo piensa, porque si no, la misión secundaria Side Quest es un despropósito todavía mayor de lo que ya parecía desde un principio. En esta misión deberás buscar los planos para un arma de guerra que Da Vinci ha creado, y proceder a borrarlos del mapa.
Y eso nos lleva a la War Machine, un despropósito de tanque rotatorio para una persona increíblemente difícil de operar, con cañones equipados que apuntan a cualquier sitio menos a donde quieres que disparen, y la realización completa de que eso que imaginaste de niño al mirar una peonza y pensar “esto como arma seria lo máximo” no era un plan militar viable.
A esto se le debe añadir que no puedes recibir un golpe, o deberás empezar la misión desde el principio, y que a los otros tanques no les gustas demasiado y han hecho de su misión personal chocar contra ti y hacerte perder tiempo a lo tonto. En resumen, una pérdida de tiempo enorme que sacó de quicio a los jugadores en su momento.
Taxi – Alone in the Dark

“Oh my god, it looks like a warzone!” es como empieza la sección de taxi de Alone In The Dark. Si no la recuerdas, eso tiene una explicación sencilla. La ciudad de Nueva York está siendo destruida en el fin del mundo, y tienes que escapar de la situación. Todo a tu alrededor es ruina, caos, muerte, destrucción, gritos…y luego estas tú.
En tu taxi mágico. Porque si no es mágico, no se entiende como un solo vehículo le quita toda la emoción a un juego tan de golpe. Los controles son pobres. La mecánica de frenar es un desastre. Pero su mejor cualidad no está en la conducción.
Está en la capacidad que posee para quitar cualquier tipo de riesgo o peligro de la escena. Si eres capaz de seguir una línea recta, girar a la izquierda y girar a la derecha, túmbate en el sofá y pásate el resto de la escena preguntándote cómo es posible que algo que en teoría debería ser tan emocionante tenga tan poca personalidad.
Carros de la Calamidad – Prince of Persia: The Two Thrones

Si hay algo que Prince of Persia necesitaba, eran secciones montados en carros. Lo primero en lo que te fijarás de ellos son los caballos. El rumor dice que los hicieron un miércoles por la tarde, que era la boda del cuñado del jefe de artistas, y que iban con prisa, así que recogieron prontito y a casa. No hay otra explicación a porque todo el carro, pero especialmente los caballos, desentonan tan fuerte con el resto del escenario.
También está la cuestión de que debe de estar formado por palitos de madera pegados con cola blanca, porque si no no se explica que el más mínimo de los golpes provoque que explote en pedazos como una figurita de lego montada por un humano sin dedos chocando contra el suelo.
Las secciones en las que usamos el carro son repetitivas, y más parecidas a las secciones de montar al jabalí de los Crash Bandicoot en las que tenías que esquivar cosas. La falta de enemigos no le quita la emoción a estas secciones, pues es compensada con unos controles tan pobres que harán a cada esquina con la que te encuentres el enemigo más peligroso.
RC Baron – Grand Theft Auto San Andreas

Cualquier persona que tuviera la “suerte” de jugar las sesiones de radiocontrol de los Grand Theft Auto su momento en PS2 sabrá que nunca han sido especialmente fáciles. Pero pocas más se quedaron en el pensamiento colectivo de los jugadores como un dolor tremendo en el trasero como las secciones con el avión.
Era el momento de llamar a tu padre, a tu hermano, o a ese amigo con más habilidad en las manos que tú, e irte a esconder a tu habitación lleno de vergüenza e ira reprimida.
Intentar volar el RC Baron es como intentar manejar un carrito de supermercado en el que dos ruedas son peonzas. Además, para cumplir con los objetivos de la misión deberás acabar disparando con el avión a los objetivos, y solo acertarás si lo consigues alinear de forma perfecta en línea recta, lo cual no es algo precisamente fácil. Súmale a esto una barra de gasolina que se agota excesivamente rápido, y es la receta perfecta para tirar el mando de la PS2 por la ventana y replantearte tu vida como gamer.
Tabla de Snow – Sonic The Hedgehog (2006)

Las aventuras clásicas de Sonic se caracterizan por dos cosas: Velocidad y tablas de snow. ¿Ah, no? Bueno, entonces tampoco te va a gustar ver al erizo azul encima de un vehículo sin ruedas intentando acabar una sección del juego de no precisamente pequeño tamaño.
Y digo intentar porque hacerlo es ya un logro en sí mismo. Dejemos atrás el horror de intentar deslizarse de forma correcta, los frenazos sin sentido, las físicas rotas, la misión imposible de atrapar velocidad…
El mayor problema es que las secciones en vehículo de este juego están completamente repletas de glitches. Es más probable que acabes atrapado entre texturas a que consigas saltar de forma satisfactoria. Otro clavo más en el ataúd de la reputación del erizo azul favorito de todos
Coche de policía – Deadly Premonition

Después de que el protagonista de Deadly Premonition estrella su coche al principio del juego, tiene que encontrar un reemplazo. Y así es como comienza la historia del famoso coche de policía de Deadly Premonition.
Un trozo de hojalata sin ningún tipo de control, con una velocidad máxima inicial de 55 millas por hora que te permitirá tener tiempo para plantearte tu existencia, la de tus vecinos, y la de toda la humanidad. Cada pequeño empujón al joystick hará que el coche se vuelva loco y se descontrole como un bebé en un tacataca corriendo hacia su juguete favorito.
Faggio – GTA V

La Faggio, la hija bastarda de una bicicleta y del motor de un secador de pelo. Si estás en mitad de la ciudad, y tu elección es entre una Faggio, y caminar 10 minutos hasta una mejor zona de la ciudad para robar otro vehículo, por lo que más quieras escoge la segunda opción.
Subirte a una Faggio significa que automáticamente te has convertido en papel, y cualquier disparo o colisión va a acabar contigo rápido y de forma extremadamente dolorosa. Además, en algún momento tendrás que salir de la ciudad, y entonces es cuando empiezan las risas.
El sonido del motor, una mezcla de algo parecido a cuando una ventana no está del todo cerrada y silva, y el aire acondicionado del vecino a las 3 de la mañana hará de tu viaje algo para recordar. Y eso es si no tienes la mala suerte de encontrarte una cuesta ligeramente empinada, porque si eso ocurre, prepárate para unos minutos de frustración, rezos y maldiciones en tu camino hacia la cima.
Lancha – Half Life 2

Half Life 2 es un juego increíble, aclamado por la crítica, amado por los fans, y en el que podemos encontrar cosas fantásticas por doquier. La lancha no es una de ellas. Fea, ruidosa, torpe, y frustrante, hace cada momento que tenemos que usarla un ejercicio de frustración.
Cada pequeño salto nos hará perder el control, hasta un punto en el que no sabremos realmente donde nos encontramos, y nuestros intentos de acabar con los enemigos de alrededor serán probablemente infructuosos.
Parte de la frustración que viene con este vehículo es que como amantes de la velocidad querremos hacer piruetas y locuras con ella, y eso resulta imposible. En el momento en que intentemos darle la vuelta, volverá a la posición correctamente, frustrando las esperanzas del jugador de ser un acróbata cazador de headcrabs. Creednos, lo hemos comprobado.
Ford Model T – Gran Turismo 4

El Ford Model T fue el coche más influyente del siglo 20. El primer coche producido de forma masiva, un icono de un siglo, y algo que cambio la industria de la automoción de forma permanente. Un icono de velocidad, potencia y elegancia en el siglo 20. Por desgracia, ya no estamos en el siglo 20, lo que significa que para los estándares actuales, el Ford Model T es más lento que quitar la pintura de una pared usando un tenedor.
En un título como Gran Turismo, esto significa que usar este coche era un ejercicio de desesperación, paciencia y tiempo perdido. Eso sí, tiempo perdido con un coche elegante.