Aprovechando que hace poco ha salido el parche «next-gen» de The Witcher 3, queremos hablarte un poco de este interesante tema. Hoy en día es común que los juegos se actualicen, pero no siempre fue así. Si echamos un ojo al pasado, veremos que antes la única opción que había eran las remasterizaciones.
El mundo de los videojuegos es muy bello y complejo y una de sus mayores fortalezas es su gran catálogo repleto de aventuras, puzles e historias dramáticas. Te gusten los dramones, las mecánicas satisfactorias o el competitivo puro, tienes un poco de todo. Sin embargo, tenemos que recordar que no siempre fue así.
Allá en los años 50s, cuando podemos argumentar que se creó el primer videojuego, la imaginación fue la punta de esta recién creada lanza. Desde entonces, poco a poco hemos ido evolucionando y perfeccionando nuestras herramientas. Tanto es así, que hoy día podemos ver demostraciones fotorrealistas en Unreal Engine 5, por ejemplo, que podrían engañar al más detallista de los fotógrafos.

¿Pero por qué es esto importante? Te preguntarás. Pues porque algo que siempre ha estado en la raíz de los videojuegos han sido las limitaciones técnicas. Al principio fue la memoria, luego los bits representables y después la capacidad de cómputo. Con cada generación fuimos rompiendo las barreras que se nos ponían delante y hoy día se nos ha presentado una oportunidad muy interesante: las remasterizaciones.
Te gusten más o te gusten menos, estos trabajos son algo que han tomado bastante fuerza en los últimos años. Estos términos pueden englobar desde una adaptación gráfica a los nuevos formatos de vídeo (antes 4:3 y ahora 16:9 1080p/4K), hasta nuevos proyectos donde se ha recreado todo desde cero. En este artículo te hablaremos de este segundo caso, el cual es el que brilla más en los corazones de los ya-no-tan-jóvenes. No obstante, veremos un poco de todo lo que hay por ahí.
¿Qué son las remasterizaciones?
En cierto modo, las remasterizaciones nunca han sido algo ajeno a nuestro medio. Siempre han habido trabajos que han reimaginado mundos que ya habían sido creados previamente. El problema está en dónde trazar la línea que separa una actualización de una remasterización.
Para empezar, podríamos argumentar que juegos como Fallout 1 son remasterizaciones. Después de todo, un equipo ha trabajado para que estas viejas glorias sean compatibles en máquinas contemporáneas. No en balde, son normalmente conocidas como ports,es decir, llevar un juego a una plataforma nueva. Sea como sea, estos trabajos suelen destacar por simplemente hacer que las entregas sean jugables y no cambiar prácticamente nada.

Un escalón más arriba tenemos las sagas que han vivido remasterizaciones «estándares», como por ejemplo Uncharted o los Final Fantasy de PSX. Dichos videojuegos tuvieron principalmente actualizaciones de texturas, sonido y formatos de pantalla. Asimismo, algunos han adaptado las interfaces y en los casos más detallistas se han editado algunas mecánicas que hoy día se sienten obsoletas. En otras palabras, el núcleo del juego está intacto (o casi), pero le han cambiado el envoltorio a uno más brillante.
Por último, tenemos a la mayor parte de los protagonistas de este artículo. Las remasterizaciones «completas», a menudo referidas como remakes. Pese a lo que pueda parecer, estos trabajos han existido casi desde el principio de la misma industria. Prueba de ello han sido juegos como el Príncipe de Persia: Las Arenas del Tiempo o Resident Evil 1 HD Remaster.
En ambos casos, las remasterizaciones sirvieron para modernizar las mecánicas, traer la IP a las nuevas generaciones y mostrar unos gráficos punteros para su época. En el caso de la saga de Capcom apenas tocaron la historia, pero en el de Ubisoft vivimos un reboot completo. Eso ya es más una decisión por parte del estudio.
Estos desarrollos acostumbran a ir acompañados de grandes anuncios. La nostalgia, el deseo de revivir una historia que te marcó de pequeño o que simplemente te hizo pasártelo genial… Ese es el sentimiento que buscamos y a continuación te mostraremos nuestro top 5 remasterizaciones de videojuegos de toda la historia.
#5 Shadow of the Colossus (PS4)
Abrimos el top con fuerza, puesto que nuestro primer invitado es un peso pesado de la nostalgia. Shadow of the Colossus es una entrega dirigida por el legendario Fumito Ueda, director conocido por su estilo muy característico. Si nos preguntas a nosotros, su mayor fortaleza es la de transmitir mucho con muy poco.
Su primer videojuego fue Ico, un título muy minimalista y sencillo donde controlamos a un joven con nombre homónimo al juego. En su momento, este título fue muy bien recibido por la crítica profesional y pese a sus no tan buenas ventas se convirtió rápidamente en una obra de culto.
Sin embargo, cuando Ueda lanzó su segunda gran obra, Shadow of the Colossus, la gente empezó a reconocerle de verdad. El ambiente, la temática, la jugabilidad… prácticamente todo parecía ser muy distinto a su primer juego, aunque las líneas que lo dibujaban eran similares. Aun así, con la ayuda del marketing de Sony, Shadow of the Colossus se convirtió en un videojuego críticamente aclamado y un éxito en ventas.
Cabe destacar que la remasterización de este videojuego de culto fue hecha por Bluepoint Games. Este estudio estadounidense ha trabajado mano a mano con grandes distribuidoras, pero en especial con la japonesa Sony. Es posible que los conozcas por su obra más reciente, Demon Souls (PS5), ya que el estudio es conocido por realizar ports y remasterizaciones de muchos títulos de renombre.
La Odisea de Wander
La historia de Shadow of the Colossus no es especialmente complicada, pero tampoco es fácil de explicar, dada su escasez de diálogos y exposición. Todo comienza con nuestro protagonista Wander, quien entra en la Tierra Prohibida en busca de algo que le devuelva el alma a su acompañante Mono.

Allí lo reciben algunas sombras, las cuales despacha gracias a una espada mágica. Tras ver esto, la deidad del lugar le da la bienvenida y con paciencia escucha las exigencias del joven. El alma de su ser querido a cambio de que él venza a los 16 colosos que vagan por las zonas colindantes. Y tan pronto como su pacto se sella, Wander comienza su odisea.
Con cada gigante derrumbado, Wander se deteriora más y más. Pese a ello, no es en vano, puesto que del mismo modo la chica que descansa sobre el altar se ve cada vez más recuperada. Después de vencer a unos cuantos colosos, incluso podremos escuchar ecos de la voz de Mono, cosa que alienta al protagonista a continuar. Pero con la caída del duodécimo aparecen los problemas.
La Tierra Prohibida tiene ese nombre por una razón. Por ello, se presenta un grupo de guerreros que buscan parar al joven protagonista. Aun así, Wander consigue continuar su labor y cuando derriba al último gigante aparece nuevamente en el templo. No obstante, en esta ocasión había gente esperándole.
Los guerreros que le perseguían le dieron caza y pese a darle un estoque certero en el corazón, no fue suficiente. La deidad del templo poseyó el cuerpo de Wander y se transformó en un coloso sombrío. La única forma de vencerlo fue utilizar la propia espada que portaba, cosa que selló al dios y al joven en un pozo. Por su lado, Mono despertaría tras un tiempo sin saber todo lo ocurrido, y en el mismo lugar donde desapareció Wander, apareció un bebé con unos pequeños cuernos negros.
Mecánicas y remasterización
Las mecánicas de Shadow of the Colossus no son muy complicadas, pero están muy bien pensadas e implementadas. Para empezar, gran parte del juego nos lo pasaremos buscando la localización de los colosos a lomos de nuestra fiel yegua Agro. Esto lo conseguiremos levantando la espada y haciendo que los rayos del sol se reflejen hacia nuestro siguiente destino.
Después, tendremos las partes de plataformeo y pelea. Tanto en parte del mapa, como contra los colosos tendremos que saltar, pegarnos a laderas y escalar pequeños obstáculos. En ocasiones serán subir un saliente, mientras que otras veces tendremos que subir enredaderas y pelaje.
Para esto último, existe un medidor de energía, el cual se irá desgastando según estemos más tiempo agarrados. Por su parte, los colosos no se quedarán inmóviles e intentarán golpearnos y zafarse de nosotros cuando los escalemos. Finalmente, contaremos con un par de armas para atacar los puntos débiles de los gigantes, siendo la espada la única que puede darles el golpe de gracia.
Siendo sinceros, todas estas mecánicas se han conservado muy bien a lo largo del tiempo. Es por esto que la remasterización de 2018 para PlayStation 4 no necesitó cambiar prácticamente nada de su proyecto original. La cosa que más resalta a la vista son los nuevos modelos, físicas y el sistema de iluminación.
El juego es mucho más realista y menos poligonal, aunque todo lo demás es idéntico. Esto es algo que alegró a muchos jugadores, puesto que no querían una revisión de la historia original. En líneas generales, fue una remasterización celebrada por la mayoría de la comunidad pese a sus problemas. Y lo más importante es que una nueva generación de jugadores ha podido probar esta excelente experiencia.
#4 Crash Bandicoot N. Sane Trilogy
Y si creías que Shadow of the Colossus era antiguo, aquí viene otro aún más viejo. Aquí está ni más ni menos que el que una vez fue la mascota de Sony: Crash Bandicoot. El marsupial más loco de la industria vivió una actualización por todo lo alto en 2017. Para sorpresa de muchos la saga que una vez fue propiedad de Naughty Dog tuvo una segunda oportunidad y en esta ocasión de la mano de Vicarious Visions y Toys for Bob.
Hoy día el bueno de Crash no es tan popular como en su tiempo, pero tenemos que recordar que fue la competencia de Sonic y Mario. El primer título de la entrega fue lanzado en un lejano 1996 durante la sexta generación de consolas. Siendo la mascota de la PlayStation 1, el dinamismo y energía del personaje le hicieron ser mundialmente reconocido.
Sin embargo, tras tres entregas en crescendo y un excelente juego de carreras, el estudio que lo creó decidió avanzar a nuevos proyectos. Desde entonces, la popularidad de Crash ha ido bajando paulatinamente con entregas que no han despertado demasiados sentimientos. Durante esta época, nuestro marsupial preferido cambio varias veces de diseño y sus juegos han explorado diferente géneros. Su último intento fue Crash: Mind over Mutants en 2008 de la mano de Radical Entertainment.
Tras esto, Crash pasó bastante tiempo a la sombra hasta que en 2017 llegó «la remasterización». La misma trilogía lanzada aproximadamente 20 años antes se relanzó con gráficos, efectos y música actuales. En el éxito de esta remasterización fue clave mantener el mismo carisma del personaje, pero sobre todo las mismas sensaciones.
Historia de la trilogía
Crash Bandicoot es una de las IPs más amadas de la época pre-2000 de PlayStation. Sus creadores, Naughty Dog, tenían cierta experiencia creando videojuegos, pero no eran conocidos en absoluto. Sin embargo, una más veterana Sony se acercó al estudio para pedirles un juego para su nueva consola: la PlayStation 1.
Con Super Mario Bros y Sonic como competencia, los desarrolladores estadounidenses buscaron diferenciarse de alguna forma. Como ambos contrincantes eran conocidos por jugarse en scroll lateral, a Crash lo pusieron en un pasillo hacia el fondo, aprovechando la capacidad de la consola para hacer 3D real. De hecho, es famosa la anécdota donde desvelaron que el nombre original del proyecto se llamó «culo de Sonic».
Crash Bandicoot 1 se lanzó finalmente en 1996 y fue bastante bien recibido. Sus gráficos punteros, el enorme carisma que desprendía el personaje y la jugabilidad excelente fueron sus pases al éxito. Además, lo más interesante fue su enorme variedad de niveles y jefes, los cuales daban un sentimiento similar a un Mario Bros, pero más adolescente y gamberro.
Sabiendo esto, sus secuelas no se demoraron demasiado. En 1997 salió un Crash Bandicoot 2 con aún más niveles, mecánicas y secretos por doquier. Y, finalmente, en 1998 se lanzó Warped, la guinda del pastel que coronaría la trilogía como un Must-Play del subgénero de plataformas.
Te hablaríamos de su historia, pero seamos francos: nadie juega a Crash Bandicoot por su compleja trama política y sociocultural. Está bien tener un mundo sólido donde las cosas tienen sentido, pero la gran mayoría de personas van a disfrutar del plataformeo, los jefes y del mismo Crash.
Por esa misma razón, muchos jugadores pedían a gritos una remasterización en condiciones. Los esquivos juegos de segunda mano de PlayStation 1 eran cada vez más difíciles de conseguir, así como las propias consolas. Mas no todo estaba perdido, ya que Vicarious Visions, en colaboración con Activision, trajo al presente a esta maravillosa trilogía.
Un repaso visual
Usando programas y software no muy lícito (si os interesa ya os buscáis las castañas), puedes jugar ahora mismo a la trilogía original de Crash Bandicoot. Un servidor lo ha hecho un par de veces y os puedo asegurar que la jugabilidad de los juegos clásicos sigue siendo excelente hoy día. Ese es uno de los grandes logros de Naughty Dog.
Pese a ser poco más que un trapezoide, nuestro protagonista sigue siendo increíblemente reconocible. Sus expresiones y movimientos son mucho más expresivos que personajes triple-A actuales y sigue siendo igual o más divertido que otros juegos similares. Por ello, el trabajo de Vicarious Visions fue bastante directo: hacer una remasterización de los gráficos.
La trilogía del marsupial fue traída a la actualidad con un acertado aspecto gráfico. Lejos de los puntiagudos polígonos y contrastados colores de PSX, el estudio trabajó en un acercamiento más family friendly. Respetando los diseños originales, se buscó que los personajes fuesen más redondos y amigables, con animaciones exageradas y visuales y con colores más complejos.

De esta forma, la remasterización que nos llegó finalmente en 2017 fue un completo éxito. Los mismos tres juegos de la infancia de muchos volvieron con un espíritu y jugabilidad casi idéntica. Es cierto que ha habido alguna polémica con ciertas hit-boxes, pero nada superdramático.
La vuelta de Crash fue celebrada por toda la comunidad y de hecho esto abrió la veda a nuevos proyectos. Activision se animó a distribuir otra remasterización con una filosofía muy parecida, Spyro the Reignited Trilogy, desarrollado por Toys for Bob. Y unos años después llegaría una secuela directa para el marsupial naranja, la cual se denominó Crash Bandicoot 4: It’s about time.
#3 Halo Master Chief Collection
A más de uno le sorprenderá ver aquí a la Master Chief Collection esperándola quizás un poco más alto en el top. Lamentablemente, en nuestra opinión esta remasterización está «solamente» un peldaño por encima de Crash Bandicoot, lo cual ya es decir bastante, si somos honestos.
Para quienes no conozcan este compendio, se trata de una remasterización por todo lo grande de casi toda la saga Halo. Tras algunos problemas técnicos, hoy día la colección contiene Halo: Combat Evolved Anniversary, Halo 2 Anniversary, Halo 3, Halo 3 ODST, Halo 4 y Halo Reach. Por otro lado, cabe destacar que si lo compraste en su momento tuviste acceso a la beta de Halo 5: Guardians.
Sea como fuere, esta «pieza de restauración» es bastante similar al que recibió Crash, pero a un nivel mucho más granular. Todos los títulos mencionados previamente fueron revisados y en el caso de los dos primeros juegos de la franquicia se hizo un trabajo titánico. Esto fue gracias al estudio 343 Industries (con ayuda de Certain Affinity y Saber Interactive) quienes actualmente han heredado la responsabilidad de crear nuevas entregas de Halo.

Si vamos un poco más al detalle, en diferentes entrevistas se ha comentado el trabajo de los diferentes estudios y responsables. Por ejemplo, 343 Industries re-diseñó las interfaces y menús de los juegos. Certain Affinity se encargó de todo lo que eran las plataformas multijugador. Y, por último, Saber Interactive se encargó de actualizar la campaña de Halo 2, la cual requirió la mayor parte del trabajo. Por otro lado, para Combat Evolved utilizaron la versión del décimo aniversario, mientras que los otros juegos no requirieron de una actualización gráfica tan importante.
La importancia de Halo
Aunque hoy día no sea un nombre con tanto peso, en su tiempo Halo fue una de las sagas más importantes de la industria. Siendo el juego de lanzamiento de una recién lanzada Xbox, fue un gran éxito en críticas y en ventas. La consola de Microsoft llegaba una generación tarde a la fiesta, pero aún así luchó con garras y dientes por conseguirse un huequecito.
Respecto al videojuego, Halo fue una revolución para el subgénero del shooter en primera persona. Anteriormente ya hubieron referentes del género como Doom, Half-Life 1 o Golden Eye 007, pero la fórmula de Xbox fue distinta. Con un acercamiento más próximo al juego de Valve, el jefe maestro se sentía como un combatiente real en un mundo futurista en guerra.

Además, trajo al tablero de juego mecánicas que luego fueron clave para el desarrollo de los videojuegos. Por ejemplo, podemos argumentar que la vida regenerativa fue inicialmente propuesta por el escudo de energía del Jefe Maestro. Asimismo, por primera vez teníamos unos enemigos tan interesantes en un shooter, ya que se organizaban en frentes, buscaban flaquearte y, en general, parecían escuadrones reales.
Por su lado, la historia de los videojuegos fue bastante interesante. Lejos de ser una invasión «humanidad vs alienígenas», aquí teníamos toda una interesante trama político-religiosa. En el año 2525, la Alianza buscaría la aniquilación de la humanidad, puesto que pensaron que era una enfermedad que debía ser purgada. Lo que no tuvieron en cuenta es que dicha especie se resistiría con todo lo que tenían a su alcance.
Durante un par de juegos esta fue la dinámica principal. Explorar el curioso halo, pelear contra la Alianza, descubrir unos insectos ancestrales que convierten en zombis a cualquier especie… Un momento… Sí, lo que comienza como una simple guerra interplanetaria se extiende a lo largo de los juegos. Finalmente descubrimos que no hay malos, ni buenos en los bandos y que todo es una cuestión de perspectiva.
Las remasterizaciones de 6 juegos completos
A ver, si somos un poco laxos, la Master Chief Collection cuenta con 6 videojuegos completos totalmente jugables. Sin embargo, esto es un poco tramposo porque de salida no fue así. Ni Halo 3 ODST, ni Halo Reach estuvieron dentro del pack de lanzamiento, ya que estas se añadieron a modo de disculpas más adelante.
Aun así, lo importante fueron las increíbles actualizaciones que crearon. Para empezar, como de costumbre, se revisaron la mayoría de texturas para que tuviesen mayor resolución. Asimismo, se re-trabajaron las interfaces de los juegos, algo que puede parecer insignificante, pero que es vital para todo título. Y también cabe destacar la recreación de la banda sonora a una mejor calidad.
Además, en el caso de Halo 2 se vivió lo que llamamos un remake. El juego fue completamente hecho desde cero para ofrecer una versión mucho mejor. Los efectos de sonido cambiaron, los modelos de personajes se mejoraron e incluso añadieron algunas cinemáticas nuevas de la mano de Blur Studios. También se agregó una muy curiosa funcionalidad para cambiar en un clic entre los gráficos originales y los mejorados por Saber Interactive.
Por último, queremos hablar de los cambios que hicieron mirando hacia el futuro para mantener cierta coherencia narrativa. Un personaje que más tarde apareció en Halo 5: Guardians fue agregado a la campaña de Halo 2 Anniversary. En este mismo sentido, se añadieron los Terminales, una mecánica introducida en la tercera entrega y que introdujeron para que el mundo fuese más sólido. Como resumen, creemos que este trabajo no solamente rehizo los juegos más antiguos, sino que también los mejoró, un difícil trabajo que se aprecia.
#2 Final Fantasy VII Remake
Aquí podemos entrar un poco en tierra fangosa, ya que Final Fantasy VII Remake es una mina de proximidad. Hay personas que adoran Final Fantasy VII y todo lo que tenga que ver con ello y sus personajes. Y en la otra cara de la moneda tenemos a fans acérrimos de la saga que solo ama al original y desprecian las secuelas, spin offs y remasterizaciones posteriores. Después, un poco en medio de todos estos seguidores tenemos a las personas que simplemente jugaron o vieron este juego sin muchas pretensiones.
Final Fantasy 7 Remake fue un milagro del cielo y no porque fuese un juego excelente, sino porque fue una promesa rota para mucha gente. Allá por por 2005, PlayStation y Square Enix jugaron con los sentimientos de su comunidad. Lanzaron una demo técnica de su título insignia solamente para mostrar las capacidades de la nueva consola. Desde entonces, los jugadores han estado pidiendo una remasterización que cumpliese esas expectativas tan elevadas.
No fue sino hasta 2020 que este juego se lanzaría finalmente al mercado de la mano de la propia Square Enix. Pero si os fijáis, aquí ya tenemos un cambio importante. En lugar de encargar el proyecto a estudios experimentados en remasters, o a unos estudios relativamente novatos, Square Enix puso toda la carne en el asador. La primera división de desarrollo de la empresa nipona tomó las riendas del proyecto y eso solo significaba una cosa: Final Fantasy VII Remake sería un proyecto importante.
Cuando el juego aterrizó en PS4 (un año después en PS5 y dos años después en PC), pudimos ver todas sus fortalezas y debilidades. Lo que no podemos negar es que fue un título visualmente increíble y sorprendentemente ambicioso. Es por eso que no solo trajeron el título a tiempos contemporáneos, sino que cambiaron gran parte de sus mecánicas e incluso historia, algo muy valiente.
¿Remasterizar la historia de un clásico?
Algo que no muchos estudios se atreven a hacer es tocar las historias de videojuegos que ya fueron exitosos en su momento. Tienes el peligro de enfadar a los nostálgicos y no demasiado potencial que ganar. Pese a ello, el estudio japonés tomó la vía difícil y lejos de hacer como Crash o Halo, decidió cambiar el curso del destino.
Para empezar, esta remasterización de Final Fantasy VII cuenta con un apartado gráfico a años luz del juego original. Lejos quedaron los polígonos que representaban personajes para dar paso a los modelos fotorrealistas. Asimismo, el combate por turnos fue abandonado, algo que alegró a muchos y enfadó a muchos otros. Y como ya te hemos indicado previamente, la historia fue casi totalmente retocada, pero de una forma progresiva.

Al principio de la aventura, los sucesos son prácticamente iguales en ambos juegos. No obstante, poco a poco nos vamos alejando del canon de 1997. Unos fantasmas extraños por aquí, un baile que no existía antes por allá y sin beberlo ni comerlo, de repente se muere un personaje que en teoría no debía morir.
Esto es algo que explota mucho esta remasterización, sobre todo por su agigantada libertad artística. Algunos personajes secundarios como los de Avalancha reciben bastante más desarrollo. En esta misma línea, también agregan a un par de personajes nuevos a la trama, los cuales son extremadamente extraños y excéntricos (maldito Nomura).
Dejando a un lado todos estos cambios menores, lo que más nos sorprendió fue el final. Seas o no un fan de Final Fantasy VII, es imposible no pensar que esa pelea final es una fumada importante. No sabemos si fue idea de Tetsuya Nomura, el director, o de su equipo de guionistas. En nuestra opinión, fue algo extremadamente enigmático, pero muy interesante, por ello esperamos con ansias las siguientes partes de estos juegos.
Cómo reinventar un clásico
Final Fantasy VII Remake bebe mucho de la nostalgia de los jugadores y eso es algo que sabían sus desarrolladores. Las escenas bonitas y románticas han sido alzadas, mientras que las peleas y momentos épicos están reforzados para despertar al máximo nuestros recuerdos. Por ello, aplaudimos al juego de Nomura, ya que apuesta por cambiarlo todo mucho más dinámico que combina estrategia con energía y diversión.
La jugabilidad de esta reinvención es bastante buena. Para los viejunos, esta afirmación quizás es un sacrilegio, pero muchos jugadores nuevos han abrazado este nuevo acercamiento. Ya sea porque es más parecido a los RPG occidentales o porque es más interactivo (no es un excel con animaciones), nos parece todo un acierto.
Aun con esas, uno de los puntos más fuertes de Final Fantasy VII Remake es el impecable apartado artístico del juego. Los nuevos gráficos son una delicia y los actores de doblaje clavan su papel. Además, detalles como que podamos ver las materias incrustadas en las armas están genial. Por otro lado, la música ha sido creada desde cero, como no podía ser de otra forma, compuesto y dirigido por el maestro Nobuo Uematsu. Nos viene a la cabeza el tema de combate del reactor o la música que suena mientras hacemos la competición de sentadillas. Sorprendentes y excelentes, por igual.
Eso sí, para acabar, una cosa que no podemos no mencionar son las infames misiones secundarias. En algunos puntos de la historia, Cloud estará libre por algunos pequeños «cajones de arena». En estos lugares puede aceptar misiones de ciudadanos y si bien le dan más contenido al juego, todo este huele a que es paja para alargar el tiempo de juego. Aun con eso, creemos que FF7R es una remasterización XXL con ideas muy buenas por explorar.
#1 Resident Evil 2 Remake
Quizá algunos ya os lo veíais venir y estabais en lo correcto. Para nosotros, Resident Evil 2 Remake es uno de los mejores trabajos de remasterización que ha tenido la industria. No solamente ha ofrecido gráficos punteros, sino que ha sabido innovar, a la par que respetar el espíritu de la obra original.
Y es que este proyecto fue un gran salto de fe para Capcom. Pese a que ya tenían experiencia haciendo remasterizaciones, volver a traer a la vida a RE2 era arriesgado. Siendo uno de los títulos mejor valorados y más recordados de la franquicia, había peligro de que los fans más cerrados viesen un remake con malos ojos. No obstante, con el estupendo recibimiento que tuvo Resident Evil 7 Biohazard, decidieron dar el paso.
Es así como volvíamos una vez más a la ciudad maldita de Racoon City. Leon Kennedy, Claire Redfield y Ada Wong, entre otros personajes, volvieron con una mejora gráfica importante, pero eso no fue todo. El equipo de desarrollo decidió implementar un cambio muy valiente e importante: cambiar los «controles de tanque».
Uno de las cosas más icónicas de los Resident Evil clásicos era su sistema de movimiento. Los botones laterales no te desplazaban hacia los lados, sino que hacían que tu personaje girase. De esta forma, explorar las localizaciones y pelear contra los monstruos era notablemente más difícil. Pero como te acabamos de decir, todo esto se fue en este remake para asegurar una experiencia más contemporánea.

En esta misma línea, pequeñas partes del juego fueron editadas. Aparecieron nuevos puzles, agregaron nuevas escenas y personajes, mientras que por otro lado las partes más «ásperas» desaparecieron sin dejar rastro. Por ello, esta impresionante entrega alucinó tanto a los nuevos jugadores, como a los veteranos más añejos.
¿Un juego de terror casual?
Pongamos un poco de contexto: estamos a inicios de 1998, los videojuegos están en una muy buena época, pero no hay un estándar sobre cómo crearlos. Gracias a esto han salido obras de todos los tipos y colores y dentro del género de terror, Resident Evil marcó tendencia. La forma en la que mezclaba terror, tensión y humor era muy sólida y, sobre todo, el juego era muy divertido. De aquí probablemente se inspirarían juegos legendarios posteriores como Silent Hill, o incluso algunas partes de Half-Life.

Pero volviendo a Racoon City, esta secuela directa exploraba los sucesos, no en la Mansión Spencer, sino en la ciudad colindante. No en balde, nuestros protagonistas, Leon y Claire, llegaban un poco tarde a la fiesta. La ciudad ya estaba en llamas e infestada por hordas de zombis.
Es ahí cuando, de algún modo, consiguen entran en el departamento de policía (cada uno por una razón distinta) y tienen que superar los peligros en su camino. Poco a poco, ambos héroes van desenmarañando los secretos tras el virus zombi y visitan un par de lugares secretos. Allí descubren que había personas que estaban experimentando con la bio-arma y consiguen arreglar parcialmente el desperdicio. Si bien podemos decir que no alcanzaron sus metas iniciales, los dos conseguirían hitos mayores.
A ver, siendo sinceros, no estamos esforzándonos demasiado en describir la historia de Resdient Evil 2. No es mala, en ningún sentido, pero creemos que no es realmente el atractivo principal. Para mucha gente, estas entregas antiguas destacaban por su jugabilidad, guiños, secretos… En otras palabras, eran juegos divertidos y memorables.
Los sistema de baúles espacio-temporales no tenían ningún sentido, pero eran perfectos para el juego. La «barra de vida» no respetaba mucho el tema de los mordiscos zombis, pero a quién le importa. Y las armas eran difíciles de manejar, pero muy satisfactorias cuando se mejoraban. Como conclusión, podríamos decir que este título era «la experiencia perfecta» para su época… y quizás para ahora mismo para ti.
Hacer evolucionar a un videojuego
Por otro lado, como te decíamos, el remake de Resident Evil 2 no fue solo una mejora gráfica, como en el caso de Crash Bandicoot. Aquí teníamos a un equipo reimaginando cada escena, cada animación y cada encuentro. Era más bien un nuevo videojuego, el cual tenía una muy fuerte inspiración en un clásico. Y lejos de sentirse como una traición o un trabajo torpe, creemos que las cantidades metidas en la fórmula fueron perfectas.

El juego seguía siendo aterrador, en algunas partes. Personajes secundarios recibieron más atención y cariño. Asimismo, las escenas más cómicas no se sintieron forzadas. Y cómo no, todo se veía y se escuchaba espectacularmente. Aun así, el mayor acierto probablemente fue hacerlo una experiencia nueva.
Los jugadores que se han pasado 2, 5, 10 veces Resident Evil 2 tenían visto de sobras el título de 1998. Sin embargo, al sumergirse en este nuevo Racoon City, todo parecía muy familiar, pero diferente a la vez. Asimismo, la cámara libre y los movimientos naturales favorecieron mucho a la jugabilidad. El juego no era complicada, desde luego, pero no se sentía como un shooter, como en entregas anteriores.
Por todo esto, y mucho más, Resident Evil 2 Remake es considerado hoy día como una de las mejores remasterizaciones de todos los tiempos. Tanto ha sido su influencia, que Capcom parece estar tejiendo una saga de terror remasterizada. En 2020 lanzaron un muy breve RE3 Remake y dentro de poco veremos el lanzamiento de RE4 Remake, al cual le tenemos muchas ganas.
Remasterizaciones honoríficas
Esta lista es demasiado corta, lo sabemos. Hay muchas actualizaciones next-gen, remasterizaciones, remakes y muchos otros trabajos entre medio de muy buena calidad. Sin embargo, no lo hemos traído a la mesa de debate para no repetir proyectos parecidos, las mismas sagas y demás.
En ese grupo queremos destacar Oddworld: New ‘n’ Tasty!, TLoZ: Link’s Awakening y Spyro The Reignited Trilogy, los cuales eran muy similares al remake de Crash Bandicoot. También querríamos hablar de los Pokémon Rojo Fuego y Verde Hoja y en menor medida los Soul Silver y Heart Gold, los cuales fueron muy bien recibidos. Y, por último, otros remasters excelentes como Demon Souls (PS5), Metal Gear Solid: The Twin Snakes y Metroid: Samus Returns.

En una línea un tanto diferente, cabe remarcar las actualizaciones next-gen de Cyberpunk 2077 y The Witcher 3, las cuales han salido hace nada. Estas revisiones, sin ser un trabajo desde cero, mejoran notablemente los gráficos. Han añadido trazado de rayos, mejorado mecánicas y actualizado algunos sistemas y mecánicas. Sin ser una remasterización como tal, tienen igual o más trabajo que otros muchos proyectos.
Ahora sí, mirando hacia el futuro, queremos ver qué ha hecho Motive Studios con Dead Space, uno de los juegos de terror más impresionantes de la desintegrada Visceral Games. Y aunque quizás algunos se hayan olvidado ya, también queremos ver Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo, del cual hace bastante que no sabemos nada.
La otra cara de la moneda
Finalmente, también queremos sacar a la luz algunos proyectos que fallaron en su intento de actualizar sus obras originales. En este sentido, queremos hablar de Dark Souls, el cual mató a su pequeña comunidad de alrededor de 1000 jugadores, mantuvo los bugs del original y añadió otros nuevos. Aun así, sigue siendo un juego sólido y muy disfrutable, así que le damos un pase.
Pero bajando un escalón más tenemos a Silent Hill 2, quien sufrió una remasterización nefasta que destruyó todo el apartado gráfico del juego de 2001. Konami perdió el código fuente del juego y tuvieron que recrearlo todo a ojo, algo destinado al fracaso. La niebla no eran tan natural, algunas texturas eran peores, por no hablar del famoso cartel escrito en comic sans.

Pero si hay algo peor que hacer mal un trabajo es destruir todo lo que había previamente. Ese deshonesto título está reservado para Warcraft III: Reforged, una de las pifiadas más grandes de la historia. El juego salió en un estado lamentable, con la mitad del contenido prometido y encima destruyó la comunidad viva que había del original. Los mapas personalizados desaparecieron, así como los clanes y en general el alma de la obra original.
Con este golpe de realidad queremos cerrar este artículo y quién sabe, quizás hablar más de esto en un futuro. Sea como fuere, seamos positivos. ¿Qué otras remasterizaciones te han alegrado el día a día o han levantado tu corazón? Apúntanoslo aquí abajo y si quieres leer más de nosotros te recomendamos nuestro análisis de The Witcher 3 Next-Gen o las últimas noticias sobre Resident Evil 4 Remake.