La arquitectura interna de Xbox Series X Velocity contendrá mejoras que afectarán significativamente a los jugadores
El diseño de la conocida como Velocity Architecture de Xbox Series X debería permitir descargas de juegos más pequeñas, menos cuellos de botella en las cargas y teóricamente permitir que la consola logre un rendimiento más allá de lo que se espera de su hardware en bruto.
En una publicación en Xbox Newswire, el Director de Gestión de Programación de la Xbox Series X, Jason Ronald, explicó cómo la Velocity Architecture funciona junto con el procesador de la consola para ofrecer grandes mejoras sobre la tecnología de la generación actual, e incluso sobre lo que originalmente se podía esperar de la consola. Como dice Ronald: «Si nuestro procesador con diseño personalizado es el corazón de la Xbox Series X, la arquitectura Xbox Velocity es el alma«.
Ronald señala las cuatro innovaciones de hardware y software que componen Velocity Architecture en su conjunto:
- SSD NVME personalizado: el SSD permite un rendimiento de Entrada / Salida (básicamente la cantidad de transferencia de datos que la consola permite cada segundo) 40 veces mayor de Xbox One, pero ha sido diseñado para no disminuir el rendimiento por debajo de un cierto nivel. Esencialmente, los desarrolladores pueden diseñar sus juegos sin tener que sortear las restricciones de transferencia de datos.
- Descompresión acelerada por hardware: Xbox Series X utiliza un descompresor estándar de la industria y un algoritmo patentado y que ha sido diseñado específicamente para descomprimir de manera óptima los datos de textura del juego (generalmente lo que más ocupa del juego). El resultado debería ser que tanto el tamaño de almacenamiento y los tiempos de descarga por juego se reducen.
- API de DirectStorage: esta nueva incorporación a la familia de APIs de DirectX brinda a los desarrolladores control sobre cómo desean asignar y priorizar las tareas de Entrada / Salida en su juego. Según Ronald, esto debería eliminar virtualmente los tiempos de carga y hacer que los sistemas de viaje rápidos sean de verdad rápidos.
- Generación de contenido en vivo adecuada: si os habéis fijado, los juegos usan a veces diferentes calidades de textura dependiendo de qué tan lejos estés de los objetos (a veces notas que los árboles de los juegos de mundo abierto son de baja calidad desde lejos y de alta calidad de cerca, por ejemplo). Gracias a la nueva arquitectura, dará igual cuántas de esas texturas se muestren, dado que permitirá cargar las texturas en trozos reduciendo la comunicación con disco y favoreciendo el aprovechamiento de información para evitar cargas innecesarias.
Estos cuatro elementos combinados deberían, según Ronald, permitir que la Xbox Series X vaya más allá de lo que se espera de sus propios componentes de hardware, incluso permitiendo «escenarios completamente nuevos nunca antes considerados posibles en los juegos».
«La arquitectura Xbox Velocity permite replantear cómo un desarrollador puede aprovechar el hardware proporcionado por la Xbox Series X», continúa Ronald. «Desde técnicas de renderización completamente nuevas a la eliminación virtual de los tiempos de carga, hasta mundos vivos más grandes y dinámicos donde, como jugador, puedes elegir cómo quieres explorar, no podemos estar más entusiasmados con los primeros resultados que ya estamos viendo.»
Particularmente, éste es el tipo de novedades que no te venden una consola pero que, una vez que la tienes, hacen tu vida de jugador mucho más agradable. Con todos los juegos de mundo abierto anunciados recientemente (Watch Dogs Legion, Assasins Creed Valhalla o el esperadísimo Cyberpunk 2077), estas promesas de contar con mundos enormes sin tiempos de carga nos hacen estar aún más impacientes por probar la nueva generación de consolas que, pese a no tener fecha concreta aún, llegarán antes de final de año.
